sábado, 23 de diciembre de 2023

SGM: Tiger 131 capturado cazando aliados en Noráfrica

El 24 de abril de 1943 bajo el sol abrasador de Túnez.
Las explosiones sacuden el suelo y los soldados del 2do batallón del Guardabosques de Sherwood se esconden en las trincheras precarias.
Los alemanes están disparando y, a tan solo 300 metros de ellos, un batallón de tanques dispara contra los aliados desde una posición semi cubierta.
Al frente del batallón de tanques está una bestia terrible. Los aliados incluso pronuncian su nombre susurrando. Es un “Tigre". Los “Tigres” equipados con el poderoso cañón de 88 mm y con la armadura impenetrable, son los vehículos insignia de la maquinaria militar alemana.
¿Cómo se puede destruir o capturar una máquina tan grandiosa? Los “Tigres” incluso inspiran miedo a los mejores tanquistas, sin hablar del batallón de infantería, que solo tiene un PIAT a su disposición. Muy apresuradas, algunas personas corren hacia la posición enemiga abandonada. Allí encuentran un cañón antitanque Pak 97/38 dejado. Levantan su arma para afrontar la amenaza que se aproxima y acumulan tanta munición como pueden.
Las tripulaciones de los “Tigres” recibieron instrucciones estrictas para evitar que sus tanques cayeran en manos del enemigo. Incluso les suministraron cargas para destruir el tanque antes de ser capturado. Así que para los aliados, la destrucción de un tanque por los menos es una tarea importantísima. Sin mencionar la captura de un tigre con colmillos y garras intactas.
Les contaremos los acontecimientos de aquel día y cómo concretamente los aliados consiguieron apoderarse de la mejor obra de tecnología de tanques alemana de aquella época.